Bienvenido a el Campamento

Etré a la casa mayor y vi a un chico muy nervioso. seguramente era nuevo. Me acerque y lo miré. Nuevo, verdad? - Sonreí falsamente.

El maldito dia habia llegado...y realmente no me esparaba nada mas.
Mis padres me dejaron en la puerta del hall con mis cosas, diciendo que sería lo mejor para mi bien estar.
Ignorando sus saludos amorosos, solo camine, y una señora me atendio con una sonrrisa llevando mis cosas a mi habitacion.
Me senté en un sofá, y pude ver a un muchacho que al parecer era nuevo como yo, por que tenia sus cosas aun en mano, y a una chica, hablando.

Reí. Ya te vas a acostumbrar - Hice una mueca.

-a...a... que? - dije mirando como tonto los ojos de quien tenia enfrente

A estar encerrado en este centro - Reí negando y estiré mi mano. Soy Rachel

aun sentada esperaba que algo interesante sucediera. asi que acomode mis piernas y mire a mi alrededor inspeccionando el lugar.

Cerre mi puño cuando vi que ella estiraba la mano, y me seque la mano de la cual me comia las uñas y le estreche la suya - Finnick

Aguté nuestras manos en un slaudo y me separe rápidamente. Qué buscabas?

-Nose... soy nuevo y nose que hago aqui.. nose donde ir ... - dije algo confundido y cada tanto mirando a esa chica

Pusé los ojos en blanco. Simple, andá a recepción

Hice un egsto de desagrado al ver sus 'uñas' y le indiqé con el rbazo. Por ese pasillo al fondo

observaba al chico que parecia estar muy nervioso y perdido, aun siendo las explicaciones de la joven mas que claras.
Me paré y me dirigí a el- ven, la recepcion es aqui...- le dije guiandolo.

No estaba tan lejos el lugar, asi que le mostre con la mirada, desinteresada pero sonrriente.
Si necesitas algo mas... buscame.

La mire nervioso y le sonrei luego de mis bolsillos saque 3 pastillas para evitar quedar muy nervioso y me las trague - ah.... claro... te llamas?

Llegué a la entrada, mis padres me dejaron, prácticamente, con todo hay tirado, 7 maletas ¡7! como se supone que las llevaría a mi habitación sola, no sabia quien recurrir, vi a lo lejos a un par de chicos, en recepción, decidí ir a pedirles ayuda, al parecer interrumpí algo, la verdad no me importó mucho así que dije - Hola! -Con una voz muy dulce, levantando la mano y agitándola- Lamento interrumpir, pero necesito ayuda ¿Algún voluntario? -Y solté una gran sonrisa, combinada con una cara de compasión, no creo que alguien se niegue a esa cara.